En nuestra lista de buenos propósitos suelen convivir grandes clásicos como beber agua, dormir suficiente o perder peso con otros más atípicos como meditar, tomar infusiones o hacer abdominales en ayunas.
Lo que no es habitual es que nos preocupemos por prestar atención al suelo pélvico, una parte del cuerpo muchas veces olvidada y de la que dependen algunas de las funciones básicas de nuestro cuerpo, especialmente en el caso de las mujeres. En compañía de la fisioterapeuta Sandra Gómez, (@fisioespecialis) aprendemos qué es exactamente, para qué sirve y cómo podemos cuidarlo.