<description>Ya lo sentimos por Cris y Henar pero, por aquello de darle la vuelta al mito b&amp;iacute;blico, les vamos a tomar prestada una costilla a ver si a partir de una pieza de mujer somos capaces de generar un ascenso masculino, pues ellas han sido las primeras (y decimos primeras porque eso abre la posibilidad de que haya unos segundos) en poder gritar lo que, gracias a la nueva estrategia de redes sociales del club, hemos comprobado que es la arenga por defecto que cualquier futbolista trae incorporada desde que patea su primera pelota: &amp;ldquo;&amp;iexcl;Vamos, hoxtia!&amp;rdquo;. Y colgadas de ese exabrupto festejaron las futbolistas del Deportivo el regreso a la m&amp;aacute;xima categor&amp;iacute;a del f&amp;uacute;tbol, acompa&amp;ntilde;adas en todo momento de los suyos y las suyas, a pie de calle, sirvi&amp;eacute;ndose del mismo grifo de cerveza que t&amp;uacute;, botando a tu lado y con una naturalidad tan pasmosa que al pollaviejismo le devuelven los recuerdos del pelo largo y de la parafernalia corta. La afici&amp;oacute;n festej&amp;oacute; y respet&amp;oacute;, pero incluso los m&amp;aacute;s calmados sue&amp;ntilde;an a estas horas ya con, si se les fuese concedida la oportunidad, besar tan fuerte en los labios a Yeremay como para succionarle el aparato dental o abrazar a Davo, &amp;iexcl;a Davo!, como hace a&amp;ntilde;os que no abrazan a sus madres si se les permitiese la dicha de festejar una nueva gloria del Deportivo de aqu&amp;iacute; a unas pocas fechas. Deshoja el deportivismo una margarita de tan solo cinco p&amp;eacute;talos convencido de que, esta vez s&amp;iacute;, el destino de su coraz&amp;oacute;n le devolver&amp;aacute; una sonrisa. La primera prueba consistir&amp;aacute; en enfrentarse a la letra escarlata impuesta por las aficiones del f&amp;uacute;tbol profesional convencidas de que los blanquiazules han maniobrado para enfrentarse a un equipo sin porteros que ha reactivado a un prejubilado de los guantes para hacer frente a la hidra ofensiva en la que, si cortas por sanci&amp;oacute;n la cabeza de Peke, brota la coz zurda sana de Lucas para explotar la red. Benjam&amp;iacute;n y Manuel se preguntan si en Sestao aterrizar&amp;aacute; un drag&amp;oacute;n en el centro del campo y si contra el Barcelonab&amp;eacute; la FIFA permitir&amp;aacute; convocar a Cubars&amp;iacute;, Lamal, Ramallets, Cruyff, Schuster y Stoitchkov, pues no hay jornada no extraordinaria cuando de ella participa el Deportivo. Pero ocurre que &amp;iexcl;Cu&amp;aacute;nto sufrimos, Mart&amp;iacute;n! Podcast echa la vista atr&amp;aacute;s y solo divisa el rastro de victorias. Con el calderito de la ilusi&amp;oacute;n manando y manando, se planta frente a lo extraordinario y le hace el gestito con la mano de Bruce Lee: &amp;ldquo;Mu&amp;eacute;strame lo que tienes. Estamos preparados&amp;rdquo;. Aquest any s&amp;igrave;.</description>

¡Cuánto sufrimos, Martín!

CuántoSufrimosMartín

¡Cuánto sufrimos, Martín! Podcast. S08E13

APR 27, 2024216 MIN
¡Cuánto sufrimos, Martín!

¡Cuánto sufrimos, Martín! Podcast. S08E13

APR 27, 2024216 MIN

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Ya lo sentimos por Cris y Henar pero, por aquello de darle la vuelta al mito b&iacute;blico, les vamos a tomar prestada una costilla a ver si a partir de una pieza de mujer somos capaces de generar un ascenso masculino, pues ellas han sido las primeras (y decimos primeras porque eso abre la posibilidad de que haya unos segundos) en poder gritar lo que, gracias a la nueva estrategia de redes sociales del club, hemos comprobado que es la arenga por defecto que cualquier futbolista trae incorporada desde que patea su primera pelota: &ldquo;&iexcl;Vamos, hoxtia!&rdquo;. Y colgadas de ese exabrupto festejaron las futbolistas del Deportivo el regreso a la m&aacute;xima categor&iacute;a del f&uacute;tbol, acompa&ntilde;adas en todo momento de los suyos y las suyas, a pie de calle, sirvi&eacute;ndose del mismo grifo de cerveza que t&uacute;, botando a tu lado y con una naturalidad tan pasmosa que al pollaviejismo le devuelven los recuerdos del pelo largo y de la parafernalia corta. La afici&oacute;n festej&oacute; y respet&oacute;, pero incluso los m&aacute;s calmados sue&ntilde;an a estas horas ya con, si se les fuese concedida la oportunidad, besar tan fuerte en los labios a Yeremay como para succionarle el aparato dental o abrazar a Davo, &iexcl;a Davo!, como hace a&ntilde;os que no abrazan a sus madres si se les permitiese la dicha de festejar una nueva gloria del Deportivo de aqu&iacute; a unas pocas fechas. Deshoja el deportivismo una margarita de tan solo cinco p&eacute;talos convencido de que, esta vez s&iacute;, el destino de su coraz&oacute;n le devolver&aacute; una sonrisa. La primera prueba consistir&aacute; en enfrentarse a la letra escarlata impuesta por las aficiones del f&uacute;tbol profesional convencidas de que los blanquiazules han maniobrado para enfrentarse a un equipo sin porteros que ha reactivado a un prejubilado de los guantes para hacer frente a la hidra ofensiva en la que, si cortas por sanci&oacute;n la cabeza de Peke, brota la coz zurda sana de Lucas para explotar la red. Benjam&iacute;n y Manuel se preguntan si en Sestao aterrizar&aacute; un drag&oacute;n en el centro del campo y si contra el Barcelonab&eacute; la FIFA permitir&aacute; convocar a Cubars&iacute;, Lamal, Ramallets, Cruyff, Schuster y Stoitchkov, pues no hay jornada no extraordinaria cuando de ella participa el Deportivo. Pero ocurre que &iexcl;Cu&aacute;nto sufrimos, Mart&iacute;n! Podcast echa la vista atr&aacute;s y solo divisa el rastro de victorias. Con el calderito de la ilusi&oacute;n manando y manando, se planta frente a lo extraordinario y le hace el gestito con la mano de Bruce Lee: &ldquo;Mu&eacute;strame lo que tienes. Estamos preparados&rdquo;. Aquest any s&igrave;.