<description>Los crash test dummies del deportivismo, unos mu&amp;ntilde;ecos sometidos a fuerzas violentas e inesperadas que miden la resistencia frente a la adversidad. Benjam&amp;iacute;n y Manuel, &amp;iexcl;Cu&amp;aacute;nto sufrimos, Mart&amp;iacute;n! Podcast, arrojados una y otra vez frente a la insondable profundidad del misterio blanquiazul, peleles dispuestos a ser puestos a prueba una y mil veces por las impronosticables vicisitudes de un club, El Mejor Club del Mundo (marca registrada), que espera ese lapso de debilidad en el que te conf&amp;iacute;as para hacer desaparecer el suelo de debajo de tus pies y precipitarse al vac&amp;iacute;o. Hace unas cuantas semanas, las que pasaron desde el episodio anterior, hubi&amp;eacute;semos testificado ante cualquier tribunal que el combo atl&amp;aacute;ntico urdido por Antonio Hidalgo era la m&amp;aacute;s perfecta m&amp;aacute;quina de f&amp;uacute;tbol que se vest&amp;iacute;a de corto en las competiciones que en Europa se disputan, una sinfon&amp;iacute;a de microsc&amp;oacute;picos ajustes t&amp;aacute;cticos interpretada por una orquesta de jugadores henchidos de superioridad y capaces de postrar a sus pies, rogando, a equipos devenidos en equipuchos, incapaces ante un cuadro de nivel Champions que pasaba por la Segunda Divisi&amp;oacute;n por circunstancias muy largas de explicar. Y ah&amp;iacute;, en ese instante m&amp;iacute;nimo de flaqueza, apenas un &amp;uacute;nico episodio de relajo en una aventura que dura m&amp;aacute;s de 250 ya, ah&amp;iacute; el Deportivo se arremang&amp;oacute; y nos factur&amp;oacute; una hostia con la palma abierta en todos los dientes cuyo eco a&amp;uacute;n resuena en &amp;Eacute;ibar, M&amp;aacute;laga, Santander o Valladolid. Humildes, cautos, suspicaces, as&amp;iacute; es como siempre nos ha necesitado el Deportivo y as&amp;iacute; nos tendr&amp;aacute;, nos ha quedado claro. Para aplicarnos tama&amp;ntilde;a lecci&amp;oacute;n, el D&amp;eacute;por se pas&amp;oacute; cinco partidos sin ganar y por el camino se olvid&amp;oacute; tambi&amp;eacute;n del equipo que era. Hemos hecho penitencia suficiente para que se apiade y vuelva a ganar, pero el guante ya no es de seda. El equipo parece capaz pero no todopoderoso, candidato pero no campe&amp;oacute;n.Y est&amp;aacute; bien que as&amp;iacute; sea. Si no tendr&amp;iacute;amos que pensar en rebautizar esta empresa de sufridores.</description>

¡Cuánto sufrimos, Martín!

CuántoSufrimosMartín

¡Cuánto sufrimos, Martín! Podcast. S10E03

NOV 14, 2025216 MIN
¡Cuánto sufrimos, Martín!

¡Cuánto sufrimos, Martín! Podcast. S10E03

NOV 14, 2025216 MIN

Description

Los crash test dummies del deportivismo, unos mu&ntilde;ecos sometidos a fuerzas violentas e inesperadas que miden la resistencia frente a la adversidad. Benjam&iacute;n y Manuel, &iexcl;Cu&aacute;nto sufrimos, Mart&iacute;n! Podcast, arrojados una y otra vez frente a la insondable profundidad del misterio blanquiazul, peleles dispuestos a ser puestos a prueba una y mil veces por las impronosticables vicisitudes de un club, El Mejor Club del Mundo (marca registrada), que espera ese lapso de debilidad en el que te conf&iacute;as para hacer desaparecer el suelo de debajo de tus pies y precipitarse al vac&iacute;o. Hace unas cuantas semanas, las que pasaron desde el episodio anterior, hubi&eacute;semos testificado ante cualquier tribunal que el combo atl&aacute;ntico urdido por Antonio Hidalgo era la m&aacute;s perfecta m&aacute;quina de f&uacute;tbol que se vest&iacute;a de corto en las competiciones que en Europa se disputan, una sinfon&iacute;a de microsc&oacute;picos ajustes t&aacute;cticos interpretada por una orquesta de jugadores henchidos de superioridad y capaces de postrar a sus pies, rogando, a equipos devenidos en equipuchos, incapaces ante un cuadro de nivel Champions que pasaba por la Segunda Divisi&oacute;n por circunstancias muy largas de explicar. Y ah&iacute;, en ese instante m&iacute;nimo de flaqueza, apenas un &uacute;nico episodio de relajo en una aventura que dura m&aacute;s de 250 ya, ah&iacute; el Deportivo se arremang&oacute; y nos factur&oacute; una hostia con la palma abierta en todos los dientes cuyo eco a&uacute;n resuena en &Eacute;ibar, M&aacute;laga, Santander o Valladolid. Humildes, cautos, suspicaces, as&iacute; es como siempre nos ha necesitado el Deportivo y as&iacute; nos tendr&aacute;, nos ha quedado claro. Para aplicarnos tama&ntilde;a lecci&oacute;n, el D&eacute;por se pas&oacute; cinco partidos sin ganar y por el camino se olvid&oacute; tambi&eacute;n del equipo que era. Hemos hecho penitencia suficiente para que se apiade y vuelva a ganar, pero el guante ya no es de seda. El equipo parece capaz pero no todopoderoso, candidato pero no campe&oacute;n.Y est&aacute; bien que as&iacute; sea. Si no tendr&iacute;amos que pensar en rebautizar esta empresa de sufridores.