<p><strong>Perdí seguidores, me criticaron, dudé, pero también entendí algo: ser desarrollador inmobiliario va más allá de construir edificios.</strong></p><p>En este episodio te comparto cómo inicié en el desarrollo inmobiliario, desde visitar 117 terrenos sin cerrar ninguno, hasta construir 3,241 departamentos.</p><p>También el cómo logré utilidad infinita en mis primeros proyectos sin meter un peso al terreno, y el día que una clienta me enseñó el verdadero significado de agregar valor.</p><p>También te explico el error más común que destruye a los desarrolladores inmobiliarios nuevos: tocar el flujo de las preventas antes de tiempo. Y por qué después de 15 años, sigo recogiendo basura en mis obras, yendo a municipio personalmente y limpiando las vallas sucias.</p><p>Ser desarrollador inmobiliario es disciplina, pasión y compromiso. Es estar ahí todos los días, en cada detalle, en cada proyecto.</p>