La teología del morir
La teología del morir no habla de pérdida, sino de transformación; es el camino donde el ego se rinde, la voluntad se alinea y la vida de Cristo se manifiesta con poder. Morir a nosotros mismos es permitir que Dios gobierne nuestros deseos, decisiones y caminos, entendiendo que solo cuando dejamos de vivir para nosotros, comenzamos a vivir para Su propósito. Allí, en esa entrega diaria, nace una fe madura, un carácter firme y una vida que realmente da fruto.