<p>Hoy traemos un tema por demás indispensable y poderoso en su pequeñez, el de Luisa “la Santa”, la pequeña hija de la Divina Voluntad.</p> <p>Ay amor - Víctor Manuel</p> <p>¡Ay, amor que despierta las piedras!<br> ¡Ay de aquel que no te sienta alrededor!<br> ¡Ay, amor, que nos abres las puertas!<br> ¡Ay, amor, tan necesario como el sol!<br> Cuando llamas estoy<br> a la hora que tú digas voy.</p> <p>Tantas veces nos quitas la pena<br> como tantas es amargo tu sabor.<br> Ay, amor, del jardín, yerbabuena:<br> como espina puede ser el desamor.<br> Cuando llamas estoy,<br> a la hora que tú digas voy.</p> <p>¡Ay, amor, que despierta las piedras!<br> ¡Ay, amor, que derriba fronteras!</p> <p>Si fuera posible amarrar,<br> tenerte siempre cerca,<br> poderte controlar,<br> saber cada paso que das,<br> si sales o si entras,<br> si vienes o si vas,<br> las narices a enseñar.<br> ¡Ay, amor, como inmenso es el mar!</p> <p>Es amor quien altera las venas<br> como inventa las mareas o la flor.<br> ¡Ay, amor, que nos tienes en vela<br> y a quien duerme se le para hasta el reloj!<br> Cuando llamas estoy,<br> a la hora que tú digas voy.</p> <p>¡Ay, amor, como polvo de estrellas!<br> ¡Ay, amor, que derribas fronteras!</p> <p>¡Ay, amor, que derriba fronteras!</p> <p>¡Ay, amor, que despierta las piedras!</p>