Description
<p>Nuestro cerebro funciona mediante patrones aprendidos. Cada pensamiento crea una huella, y entre más repetimos el mismo tipo de pensamientos, es como si pisáramos sobre cemento fresco: la huella queda más impregnada y al secarse queda marcada para siempre.<br>Pero esto, aunque sea normal, a veces juega muy en nuestra contra.</p>