<p>Hoy les abro mi corazón a un tema que he evitado hablar durante todos estos años, pero que es más común de lo que quisiéramos.</p>
<p><br></p>
<p>No deberíamos tener que normalizar las autolesiones o las agresiones de los niños pero sí debemos amigarnos con que ellos tienen dificultades para regular sus frustraciones y que debemos de buscar estrategias que ayuden a bajar la tensión de esos momentos.</p>
<p>Un abrazo fraterno.</p>