Pocos objetos cotidianos han evolucionado tan rápidamente como los televisores: no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también desde el punto de vista estético. Los nuevos televisores se adaptan a nuestros estilos de vida y se convierten, por fin, en un objeto con atractivo artístico. El diálogo entre utilidad y diseño es más rico y eficaz que nunca y ahora podemos elegir entre muchas opciones la que mejor se adapta a nuestras necesidades.