Fundamentos de Fe

Dada esa intersección entre las preocupaciones de la teología cristiana y las cuestiones filosóficas, se puede interpretar la relación entre ambas de al menos cuatro maneras, cuatro posturas en relación a la intersección entre teología y filosofía

El cristianismo no niega la búsqueda filosófica. La completa.
No cancela la reflexión. La ordena.
No reemplaza el amor por la sabiduría. Lo dirige hacia su fuente.

¿Alguna vez te has detenido, en medio del ruido diario, y te has preguntado qué es lo que realmente sostiene todo lo que crees? No lo que repites, no lo que te enseñaron, sino lo que, en el silencio honesto de tu mente, reconoces como verdadero. Bienvenido a Fundamentos de Fe.

Una de las cuestiones más importantes que la iglesia primitiva abordó fue la relación entre el cristianismo y la filosofía. Sin duda, el apóstol Pablo se reunió, debatió y predicó ante filósofos (Hechos 17:18). Cuando habló en el Areópago a los filósofos epicúreos y estoicos —donde aún resonaban ecos del pensamiento socrático y aristotélico—, Pablo construyó su sermón improvisado en torno a las creencias fundamentales de la filosofía estoica. Lo que hizo fue apelar al dios al que ellos seguían sin conocerlo, para revelarles que ese Dios era, en realidad, el Gran y Todopoderoso Señor del universo.

¿Alguna vez te has detenido a pensar… qué pasaría si no tuviéramos a alguien que interceda por nosotros ante Dios? ¿Qué sería de nuestra vida espiritual si quedáramos expuestos, solos, delante de un Dios santo, sin nadie que se ponga en medio?

Hoy quiero invitarte a reflexionar conmigo sobre una verdad central de nuestra fe reformada: Jesucristo, el único Mediador entre Dios y los hombres. No es un concepto abstracto ni una idea lejana; es la realidad que sostiene nuestra esperanza, nuestra comunión con Dios, y nuestro destino eterno.