Audición Radial "Gran Voz de Trompeta"
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Rev. José Oscar Candelario Ayala

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Promovemos la evangelización mundial para la unidad del pueblo cristiano. De esta manera buscamos combatir la delincuencia juvenil mediante el verdadero conocimiento de Dios. Por otro lado deseamos conducir a la humanidad por el sendero del amor, la justicia y la paz que es en Jesucristo a una vida ejemplar y llena de confianza. Combatimos toda asechanza del maligno con la enseñanza de la Verdadera Palabra de Dios, LA BIBLIA.Este podcast ha sido creado para difundir el Mensaje Final de Dios con Gran Voz de Trompeta a todo aquella Simiente de Dios que desee conocer la Verdad del Evangelio de Cristo. Este Mensaje Final de Dios está apoyado sobre la Plataforma que levantó y estableció el Rev. William Marrion Branham, con el Mensaje que el Señor Jesucristo reveló en Su Día de Ministerio.Para recibir las predicaciones en formato MP3 o en panfleto, puede solicitarlo al siguiente correo electrónico: [email protected] o escribiéndonos a:GRAN VOZ DE TROMPETAMisión Evangelística y Radial, Inc.Apartado Postal 1630Canóvanas PR 00729WhatsApp: +1(787)886-1330Para escuchar nuestra programación, acceda a la siguiente emisora en el horario anunciado:• WBQN Borinquen Radio: Domingos: 7:00am - 8:00am: http://www.waparadiopr.com/wbqn_024.htmQue el Señor Dios Todopoderoso, El Señor Jesucristo le continúe bendiciendo.

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Apocalipsy -  Capítulo 47 (Segunda Parte)
DEC 22, 2025
Apocalipsy - Capítulo 47 (Segunda Parte)
<p><strong>Apocalipsy</strong></p><p><strong>Subtema: Santa Ciudad Jerusalem como Pueblo de Dios y como Monte de Dios</strong></p><p>Capítulo 47</p><p>Profeta Mensajero José Oscar Candelario Ayala</p><p>Templo del Tabernáculo del Testimonio</p><p>Domingo, 7 de febrero de 1999</p><p></p><p><strong>Apocalipsy 22:1-20:</strong></p><p><em>1DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.</em></p><p><em>2En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.</em></p><p><em>3Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.</em></p><p><em>4Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.</em></p><p><em>5Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán para siempre jamás.</em></p><p><em>6Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar á sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto.</em></p><p><em>7 Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.</em></p><p><em>8Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.</em></p><p><em>9Y él me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora á Dios.</em></p><p><em>10Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.</em></p><p><em>11El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía.</em></p><p><em>12Y he aquí, yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar á cada uno según fuere su obra.</em></p><p><em>13Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero.</em></p><p><em>14Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.</em></p><p><em>15Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.</em></p><p><em>16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.</em></p><p><em>17Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.</em></p><p><em>18Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.</em></p><p><em>19Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.</em></p><p><em>20El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven: Señor Jesús.</em></p>
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54 MIN
Apocalipsy - Capítulo 47 (Primera Parte)
NOV 12, 2025
Apocalipsy - Capítulo 47 (Primera Parte)
<p><strong>Apocalipsy</strong></p><p><strong>Subtema: Santa Ciudad Jerusalem como Pueblo de Dios y como Monte de Dios </strong></p><p>Capítulo 47</p><p>Profeta Mensajero José Oscar Candelario Ayala</p><p>Templo del Tabernáculo del Testimonio</p><p>Domingo, 7 de febrero de 1999</p><p></p><p><strong>Apocalipsy 22:1-20:</strong></p><p><em>1DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.</em></p><p><em>2En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.</em></p><p><em>3Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.</em></p><p><em>4Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.</em></p><p><em>5Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán para siempre jamás.</em></p><p><em>6Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar á sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto.</em></p><p><em>7 Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.</em></p><p><em>8Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.</em></p><p><em>9Y él me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora á Dios.</em></p><p><em>10Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.</em></p><p><em>11El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía.</em></p><p><em>12Y he aquí, yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar á cada uno según fuere su obra.</em></p><p><em>13Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero.</em></p><p><em>14Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.</em></p><p><em>15Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.</em></p><p><em>16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.</em></p><p><em>17Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.</em></p><p><em>18Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.</em></p><p><em>19Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.</em></p><p><em>20El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven: Señor Jesús.</em></p>
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52 MIN
Apocalipsy - Capítulo 46 (Segunda Parte)
NOV 9, 2025
Apocalipsy - Capítulo 46 (Segunda Parte)
<p>Apocalipsy</p><p><strong>Subtema: Descripción de la Santa Ciudad Jerusalem</strong></p><p>Capítulo 46</p><p>Rev. José Oscar Candelario Ayala</p><p>Templo del Tabernáculo del Testimonio</p><p>Domingo, 31 de enero de 1999</p><p></p><p><strong>Apocalipsy 21:10-27:</strong></p><p><em>10 Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios,</em></p><p><em>11 Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.</em></p><p><em>12Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.</em></p><p><em>13Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.</em></p><p><em>14Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.</em></p><p><em>15Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.</em></p><p><em>16Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.</em></p><p><em>17Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.</em></p><p><em>18Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.</em></p><p><em>19Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;</em></p><p><em>20El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.</em></p><p><em>21Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente.</em></p><p><em>22Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.</em></p><p><em>23Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.</em></p><p><em>24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella.</em></p><p><em>25Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.</em></p><p><em>26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones á ella.</em></p><p><em>27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.</em></p>
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53 MIN
Apocalipsy - Capítulo 46 (Primera Parte)
NOV 5, 2025
Apocalipsy - Capítulo 46 (Primera Parte)
<p>Apocalipsy</p><p><strong>Subtema: Descripción de la Santa Ciudad Jerusalem</strong></p><p>Capítulo 46</p><p>Rev. José Oscar Candelario Ayala</p><p>Templo del Tabernáculo del Testimonio</p><p>Domingo, 31 de enero de 1999</p><p></p><p><strong>Apocalipsy 21:10-27:</strong></p><p><em>10 Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios,</em></p><p><em>11 Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.</em></p><p><em>12Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.</em></p><p><em>13Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.</em></p><p><em>14Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.</em></p><p><em>15Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.</em></p><p><em>16Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.</em></p><p><em>17Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.</em></p><p><em>18Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.</em></p><p><em>19Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;</em></p><p><em>20El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.</em></p><p><em>21Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente.</em></p><p><em>22Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.</em></p><p><em>23Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.</em></p><p><em>24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella.</em></p><p><em>25Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.</em></p><p><em>26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones á ella.</em></p><p><em>27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.</em></p>
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51 MIN