<p>En esta ocasión comenzaremos a estudiar el capítulo central de la carta a los Romanos. Es aquí que llegamos al centro de la cuestión: <b>la justificación por fe.</b> Es aquí donde se abordará la idea central de la carta, y donde se explicará exactamente la razón por la que podemos <em>tener paz</em> para con Dios: el sacrificio de Jesucristo.</p><p><br/></p><p>Todos sabemos que el sacrificio de Cristo ha pagado por nuestros pecados, porque ese es un concepto que, en mayor o menor medida, todos hemos escuchado alguna vez. Pero el dilema es tratar de entender <em>la profundidad</em> de dicho sacrificio, y el alcance que este tiene delante de Dios.</p><p><br/></p><p>Muchísimos cristianos hoy viven en temor mortal respecto a su situación para con Dios, pues nunca se sintieron seguros de <em>si verdaderamente están o no</em> entre los escogidos. Es más, esa es una pregunta que he encontrado más de una vez: ¿cómo sé si estoy entre los escogidos o no?</p><p><br/></p><p>No saben si <em>están en buenos términos con Dios, o no.</em> No saben si últimamente han hecho las cosas lo suficientemente bien como para que Dios aún los tenga en mente, o si Él ya los ha olvidado completamente y los ha borrado de su libro para siempre.</p><p><br/></p><p>Sin embargo, cuando leemos en la carta a los Romanos, capítulo 5, la intención principal del autor es <em>impartir paz</em> a sus lectores. Que supieran que todos los que han sido justificados por la fe, <em>verdaderamente tienen una amplia base</em>para estar en paz con Dios. </p><p><a rel="payment" href="https://www.buzzsprout.com/1871309/support">Support the show</a></p>